En otro artículo, ya comenté que yo era árbitro de baloncesto (http://smoothcriminal27.blogspot.com/2011/05/mi-pasion-por-el-baloncesto.html), y hoy quiero hablar de lo que supone ser árbitro.
La profesión de árbitro está muy denigrada. Si un árbitro realiza una mala actuación, todos los focos apuntan hacia él, pero si realiza un buen partido, nadie se da cuenta de ello (o apenas unas pocas personas se dan cuenta). Es por eso, que muchas veces, siendo así las cosas, los árbitros tratamos de pasar lo más desapercibido posible.
Hace cosa de semana y media que ya finalizó la temporada en la liga que yo arbitro, la liga municipal de Sevilla, la liga del IMD (Instituto Municipal de Deportes). Ya son 4 las temporadas las que he estado arbitrando. Lo mío es algo raro, me explico: esta profesión es muy dura. Los árbitros estamos expuestos a las protestas continuamente, y soportamos mucha presión. En la liga del IMD se realizan cursos de árbitros en octubre, semanas antes de comenzar la liga (en noviembre). Mucha gente que realiza el curso son chicos y chicas de unos 16 años aproximadamente.
Este tipo de gente son personas un tanto inseguras, y ante el primer barullo que tienen en un partido, se echan atrás, y no quieren volver a pitar (hay excepciones, como la mía, que después de todo sigo ahí). Los comprendo perfectamente, porque son chavales que se encuentran ante gente que mide más de dos metros que podrían ser sus padres perfectamente, y pasan un mal rato, si eso se le añade a que vayan con nervios antes del partido...
Así, resulta que mucha gente no suele terminar la temporada, estan tres o cuatro semanas pitando y lo dejan. También hay gente que termina la temporada y no sigue. Recuerdo el caso de un amigo que dijo que no iba a seguir mas tiempo pitando porque estaba literalmente harto de aguantar lo que hay que aguantar.
Casos como el mío se dan poco. Si bien hay gente que ha continuado pitando hasta el momento varios años, es algo raro. Como decía, comprendo a los que deciden no seguir pitando: esta profesion quema mucho. Te ves siempre en el ojo del huracán, y aunque fallas igual que pueden fallar los jugadores, los fallos del árbitro siempre se miran mucho más con lupa. En ocasiones, la presión puede comerte mucho la moral: he llegado a ver compañeros afectados en ese sentido, y yo en alguna ocasión me he rallado más de la cuenta pensando en mis errores.
Pero aún así, hay que mantenerse fuerte, ir con la cabeza fría. Alguien sirve para esto cuando sabe manterse en su línea, pensando en sus errores, pero sin perder la cabeza.
También sirve alguien para esto cuando sabe sus límites, tiene un conocimiento mínimo que llega al aprobado, y sabe reconocer sus errores. Además de eso, debe saber controlar el partido, no debe dejar que un partido se le vaya de las manos y atajar los problemas con tranquilidad y en su debido momento.
He continuado en el arbitraje hasta hoy, y pienso seguir en ello hasta que el cuerpo aguante. Las razones por las que pienso seguir en esto son varias:
-He tenido momentos duros en los que cualquier otro hubiera dicho: "Se acaboó, lo dejo" y he seguido para adelante, superando esos malos ratos.
-Estoy metido en algo que me gusta, el baloncesto. Si bien hubiera preferido ser jugador, antes que árbitro, formo parte activa de una competición, y mientras pueda seguir siendo parte de esa competición, seguiré.
-Me encuentro en un buen momento: me considero un árbitro decente, con el paso del tiempo he ido mejorando hasta llegar a un nivel suficiente. Pero no debo descuidarme: tengo que mantener el nivel, e incluso mejorar hasta llegar a ser un arbitro excelente, o al menos quedarme cerca de serlo.
-El compañerismo y el buen ambiente: los otros años ha habido buen ambiente, y unas buenas dosis de compañerismo. Este año no ha sido menos, y es, creo yo, la mayor razon por la que sigo en esto. He podido conocer a gente respetable en todos los sentidos, y no solo árbitros, sino tambien delegados de campo, jugadores, entrenadores, delegados de equipos, incluso aficionados...
A pesar de todo lo malo que puede llegar a entrañar esta profesión, yo siempre procuro sacarle el lado bueno a esto, y mirar hacia adelante sin olvidar los buenos momentos del pasado. El arbitraje es una de las cosas que me llenan en esta vida...
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