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jueves, 2 de enero de 2014

La regla de los 24 segundos en baloncesto


Una de las reglas más conocidas del baloncesto es la de los 24 segundos de posesión de balón para realizar un tiro. Sin embargo, no ha estado implantada desde la creación del baloncesto en aquel lejano año de 1891, sino que fue posterior a las reglas originales del deporte.
En los primeros años de la NBA, al no haber reloj de posesión, los equipos solían realizar esta práctica: obtener una ventaja de puntos suficiente como para tener una victoria más o menos segura, y en los últimos minutos del partido, darle el balón al base para que se dedicara a botar el balón sin intención de tirar a canasta para asegurar la victoria.
Con este ejemplo, se dieron casos muy famosos, como aquel Lakers-Pistons que acabó con un resultado de 19-18 (sí, han leído bien) para los segundos. También se dieron casos en los que, para evitar que el base amasara mucho el balón en sus manos, el partido de convertía en todo un carrusel de faltas con sus consiguientes tiros libres. En este caso podemos mencionar aquel partido de playoffs entre Boston Celtics y Syracuse Nationals (los actuales Philadelphia Sixers) en 1953, en el que Bob Cousy lanzó un total de 32 tiros libres (de los que anotó 30). En ese partido hubo hasta 106 faltas y 128 tiros libres.
También existe el caso de un partido entre los Nationals y los Knicks, con un resultado de 75-69 favorable a los Nationals. Lo grandioso del asunto de ese resultado es que si contamos sólo los puntos desde el tiro libre, el resultado hubiera quedado 75-34, es decir, que todos los puntos de los Nats vinieron desde el tiro libre.
Tras estos casos, hubo una reunión entre los mandamases de la liga, entre los cuales se encontraba Danny Biasone, que era propietario de los Nationals. El buen hombre llegó a la conclusión de que en otros deportes, como el béisbol o el fútbol americano, existen normas por las cuales, si un equipo está atacando y no cumple un requisito mínimo (en fútbol americano hay que intentar avanzar 10 yardas en 4 intentos como mínimo), el balón pasa a manos del equipo rival, y el baloncesto debía tener alguna norma al respecto que favoreciera el aspecto ofensivo del deporte.
Concluyó que en un partido habría un número de posesiones para equipo, que equivaldría a unas 60 por conjunto (120 en total). Dividiendo el nº de posesiones entre el tiempo que dura un partido, daba como resultado que una posesión duraba 24 segundos.
Puestos así, se implantó la regla de 24 segundos, por la cual una posesión para el equipo atacante duraría 24 segundos. Si no se lanza a canasta en ese lapso de tiempo, el balón será para el equipo contrario.
La regla (implantada en la campaña 1954-55) hizo efecto, ya que en los años venideros, el promedio de puntos fue creciendo progresivamente.
Sin embargo, al otro lado del charco, la regla aún no se había implantado. Hubo casos como el del Yugoslavia-Israel del Europeo de 1953, el que tras un empate a 55 en el tiempo reglamentario, los yugoslavos emplearon hasta 4 prórrogas para hacer la misma táctica (apurar los primeros 4 minutos de los 5 que dura la prórroga botando el balón para al final lanzar en el último minuto), que no les salió hasta la 4ª prórroga, cuando un palmeo de Marjanovic dio la victoria a Yugoslavia por 57-55 (4 prórrogas para un triste 2-0).
Esta situación hizo que en competiciones FIBA se instalase también un reloj de posesión, pero en este caso de 30 segundos (que ha estado vigente hasta hace bien poco, ya que no se cambió a 24 segundos hasta el año 2000).
Una regla importantísima, que hizo que el baloncesto se revitalizase considerablemente.

Fuente: momentosdelbasket.blogspot.com