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lunes, 2 de mayo de 2011

Los abuelos

En este artículo no voy a hablar sobre temas que ya he tratado, como deportes, música o cine, sino más bien un tema ciertamente personal.
Ya hace un tiempo en el que sólo vive una de mis abuelas. Tres de mis cuatro abuelos murieron en el transcurso de apenas un año: mi abuelo materno en julio de 2008, mi abuelo paterno en noviembre de 2008, y mi abuela paterna en agosto de 2009.
Un caso realmente triste, especialmente el de mi abuelo paterno, que murió sólo dos días después de mi cumpleaños, día en el que cumplía 18 años. Recuerdo pensar irónicamente cuando se murió él "Menudo regalo de cumpleaños...".
La verdad es que no fue una situacion fácil (nunca lo es, sinceramente) vivir la muerte de un ser querido, y más aún si se mueren tres de tus seres queridos y en un espacio de tiempo relativamente corto.
Cuando murió mi abuela materna eché a pensar: "El verano pasado ella y mi abuelo paterno estaban vivos, y fíjate ahora... Ninguno esta vivo ya".
Únicamente me queda viva mi abuela materna, y espero que viva lo máximo posible. Soy consciente de que le llegará su momento al igual que a mis otros abuelos, pero nunca es agradable pasar por el trago de la muerte de alguien cercano.
La verdad es que aunque ya hace un tiempo que no están a mi lado, no se les olvida. Ya no es como los primeros días después de su muerte, en los cuales pasaba unos días realmente malos, recordándolos a cada momento, con una pena inmensa. Aunque trataba de entretenerme con cualquier cosa, siempre los acababa recordando de una manera o de otra.
Pero al fin y al cabo te haces a la idea, es ley de vida, y la vida sigue. Hay que continuar, seguir adelante.
Leí en no sé donde, creo que fue en un libro, hablando sobre una persona famosa que había muerto joven (creo que hablaban sobre Drazen Petrovic), una frase que tenía cierta ironía: "Ese dia, murió para convertirse en inmortal".
Creo que esa frase se podría aplicar a mucha gente: el día que murieron mis abuelos, se convirtieron en inmortales: aunque el cuerpo muera, el alma sigue viva, sobre todo en el corazón de mucha gente.
Desde entonces, se puede decir que llevo a mis abuelos en el interior de mi corazón.
Sé que ahora que llevan un tiempo muertos, no es tiempo para decir lo mucho que apreciaba y aprecio a mis abuelos, que debería habérselo demostrado a ellos en vida, pero son ese tipo de situaciones en las que sacas lo mejor de ti mismo, y demuestras todo lo que llevas dentro.
Los echo de menos...

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