En la vida existen dos tipos de personas que difícilmente te van a fallar: los familiares y los amigos. Ahora voy a hablar de lo que son los amigos.
Un amigo es una persona en la que puedes confiar pase lo que pase. Tanto en los momentos buenos como en los malos. Alguien que te ayuda a levantarte cuando te caes. Alguien que te tiende una mano cuando necesitas ayuda. También es alguien al que apoyar, alguien que espera que estés a su lado, que siempre arrimes el hombro cuando lo pase mal.
Hoy en día, creo que los amigos de verdad se pueden contar con los dedos de una mano. Hay que saber diferenciar lo que es un amigo de un conocido, de una persona con la que compartes cosas de una persona con la que sólo tratas. Mucha gente confunde esto, y luego resulta que se llevan un chasco de los buenos.
También se dan las traiciones en las relaciones de amistad: amigos a los que suponías como buenos amigos y que te dan la puñalada trapera. Resultan ser gente que no merecen tu confianza realmente, pues enmascaran sus malas intenciones con la amistad.
La amistad no es flor de un día, sino que se va creando poco a poco, vas conociendo a esa persona día a día hasta que consigues su confianza, conoces datos sobre esa persona que tal vez no le contaría a nadie más, te ayuda en todo lo posible, compartes vivencias y situaciones que no se vuelven a repetir.
Sabes si puedes considerar a alguien como tu amigo cuando está contigo en los malos momentos: todo el mundo se junta cuando ocurre algo bueno, pero muchos se apartan cuando sucede un hecho de los malos.
Un amigo es aquel que hace algo por ti sin esperar a que le devuelvas el favor, no demuestra egoísmo en la relación de amistad. Asimismo, en una amistad hay que saber cuando ceder y cuando llevar la iniciativa: es decir, que el otro ceda y a la vez, tu cedas.
Un amigo es algo valioso: quien tiene un amigo, tiene una joya. Cuidad a vuestros amigos y mantenedlos el mayor tiempo posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario