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lunes, 6 de agosto de 2018

El secuestro del hijo de Charles Lindbergh


Charles Lindbergh se hizo conocido por ser el primer piloto de avión que hizo un vuelo transatlántico. Tiempo después, su hijo fue conocido por un hecho totalmente diferente a la aviación.

Lindbergh tuvo un hijo al que nombró igual que él, Charles Augustus. El 1 de marzo de 1932, su hijo fue secuestrado cuando apenas contaba con 20 meses de edad.

Ocurrió ese día lo siguiente: la enfermera de la familia puso al niño envuelto en una manta en su cuna, y ató la manta con dos cuerdas para evitar posibles movimientos suyos durante el sueño. Esto ocurrió a las 8:30 PM. Una hora más tarde, Charles Lindbergh oyó un ruido en la casa, pero pensó que provenían de la cocina: supuso que eran los listones de la caja de naranjas que había allí, al caer al suelo. A las 10:00 PM, la enfermera acudió al dormitorio del niño, y vio que no estaba en su cuna. Avisó al padre (no sin antes preguntar a la madre, que no estaba con él), que vio por sí mismo la ausencia de su hijo. Posteriormente reparó en que en el alféizar había un sobre blanco (en el cual había un escrito que algunos filólogos atriubían a un alemán y en el que se exigían 50000 dólares en certificados de oro).

Tras aparecer la policía, se encontraron marcas de neumáticos en la tierra (húmeda por las lluvias de días anteriores) cercana a la casa y tres piezas de una escalera en un arbusto, por lo que lógicamente se pensó en la hipótesis del secuestro.

En la búsqueda del niño, apareció un hombre llamado Joseph Condon que en un anuncio de un periódico ofreció 1000 dólares si la persona (o personas) responsables del secuestro entregaban al niño bajo secreto de confesión. A partir de ahí, todo es digno de sospecha.

Al escrito de Condon, responden con una carta dirigida a él mismo, con una firma del autor del secuestro. Sospechoso ya que sería lógico que no revelara su identidad. Condon llegó a reunirse en un cementerio con un tal John que decía que la banda que estaba tras el secuestro la formaban tres hombres y dos mujeres y que el niño estaba en un barco.

Para probar que tenían al niño, le mandaron un pijama que Lindbergh reconoció que era de su hijo y autorizó a Condon al pago de su rescate con los dichos certificados de oro. Para poder seguir el rastro de los secuestradores, fueron numerados y se les puso un plazo de un año para poder ser canjeados.

Sin embargo, el niño no fue devuelto, y dos meses después, se encontró el cadáver de un niño al que se dio por supuesto que era el del hijo de Lindbergh. A partir de aquí, se dieron unas conclusiones más basadas en suposiciones que en soluciones contrastadas.

-Investigándose los certificados de oro canjeados en los bancos, se encuentra uno con un nº de patente de automóvil escrito a lápiz que lleva a una gasolinera. El dueño de dicha gasolinera dijo que apuntó el nº porque el dueño del automóvil le pareció sospechoso.

-El dueño del coche era Richard Hauptmann (alemán, hilaron lo de los filólogos), que había emigrado a Estados Unidos de su país y había estado durante un tiempo cometiendo delitos.

-Encontraron en la casa de Hauptmann 14000 de los 50000 dólares del rescate, la dirección y teléfono de Condon, un croquis para la escalera del secuestro. Sin embargo, Condon dijo reconocer a Hauptmann como aquel John con el que se había citado en el cementerio, a pesar de no haberle visto la cara.

-El encargado de hacer la autopsia al cadáver encontrado apenas revisó el cuerpo del niño (con un agujero en el cráneo y miembros ausentes, y en muy mal estado) y ni siquiera dijo si era un niño o una niña. Se limitó a decir que era el hijo de Lindbergh, y que había muerto "hace dos meses, posiblemente por un golpe en la cabeza".

-Hauptmann declaró que el dinero encontrado en su casa era de Isidor Fisch, un alemán que murió en un viaje a su país natal, y su mujer comentó que él estaba con ella el día del secuestro.

-En el juicio contra Hauptmann, se le condenó a muerte, por el motivo de que la escalera para el secuestro está hecha con la misma madera que Hauptmann tiene en su casa. Por otro lado, se pensó que el motivo de tener la escalera un peldaño roto era que al bajar al niño, el peldaño no soportó el peso y el niño cayó de cabeza, muriendo de forma instantánea.

-Sin embargo, años más tarde, el que fuera líder del FBI, J. Edgar Hoover cuestionó los métodos empleados para juzgar a Hauptmann: Al parecer, el nº de teléfono de Condon encontrado en la casa de Hauptmann fue escrito por un periodista; uno de los testigos que dijeron ver a Hauptmann en la casa de Lindbergh resultó ser ciego; se creía que la escalera fue puesta por la policía; que varios testigos fueron amenazados para cambiar su versión; y que las tarjetas de asistencia al trabajo de Hauptmann fueron manipuladas ya que compañeros suyos dijeron que él estaba con ellos el día del secuestro.

Quién sabe si Hauptmann fue el responsable realmente o no, y si el niño era realmente el hijo de Lindbergh. Lamentablemente Lindbergh nunca pudo recuperar a su hijo...

Fuentes: es.wikipedia.org, infobae.com

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