Recupero en este blog una pequeña sección que comencé en los comienzos de este blog, en 2011: Ciclistas fallecidos. La recupero para hablar en este artículo sobre el ciclista italiano Ottavio Bottecchia, y más tarde haré uno sobre Armand de las Cuevas.
Ottavio Bottecchia fue un ciclista italiano nacido el 1 de agosto de 1984. Proveniente de una familia humilde y casi analfabeto (sólo fue al colegio dos años y aprendió a leer cuando fue ciclista profesional), trabajó como albañil y aprendió a montar en bicicleta durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial.
Una vez terminado el conflicto mundial, decidió convertirse en ciclista profesional, enrolándose en el Automoto Hutchinson. Allí fue donde aprendió a leer y a tener ideas izquierdistas gracias a su compañero de equipo Alfonso Piccin. Debido a sus ideas de izquierdas, tuvo siempre problemas para competir en su propio país (recordemos que en Italia dominaba el fascismo de Benito Mussolini). Sin embargo, su fama se iba acrecentando en Francia, ya que a pesar de su tardío comienzo en el ciclismo, en 1923 fue segundo en la clasificación general del Tour de Francia.
En 1924 y 1925 hizo doblete en el Tour, ya que fue campeón de la general de la carrera (Henri Pelissier, campeón en 1923, no dudó en señalarlo como su sucesor en el palmarés). En 1926 no tuvo tanta suerte ya que tuvo que abandonar al enfermar en unas condiciones de carrera con lluvias torrenciales.
Sin embargo, Bottecchia murió en 1927, pocos días antes de empezar el Tour de Francia. Fue encontrado en una cuneta de una carretera de Peonis, agonizando y con el cráneo machacado, por un agricultor. Dicho agricultor lo llevó a un bar, donde el cura del pueblo le dio la extremaunción, y luego fue trasladado al hospital de Gemona di Friuli, donde murió 12 días más tarde.
La razón de su muerte sigue a día de hoy sin estar clara. La explicación oficial es que había muerto mientras entrenaba, primero se explicó que había sufrido una insolación y que luego había caído al suelo, golpeándose la cabeza con una piedra. Luego se dijo que un coche le había arrollado. Pero la verdad es que su bicicleta había sido encontrada a varios metros de él, apoyada contra un árbol y sin signos de golpes.
También se dijo que lo habían atacado unos camisas negras como represalia por sus ideas políticas. Hasta hubo un campesino que se autoinculpó en su lecho de muerte del fallecimiento de Bottechia. Sin embargo se dudó de la palabra del campesino, ya que dijo que lo había encontrado comiéndose unas uvas de su campo, sin saber quien era, y que le tiró una piedra desde lejos para ahuyentarlo con la mala suerte de que le dio en el cráneo, y que al acercarse a verlo, lo reconoció y lo dejó en la cuneta de la carretera.
La declaración del campesino dejó dudas claras: las uvas no maduraban hasta finales de verano, y el suceso ocurrió en junio. También se necesitaba que para romper el cráneo de una persona con una piedra, hay que estar cerca de ella, lo que hubiera supuesto que lo hubiera reconocido en el momento del ataque.
Se dijo que en ese caso, probablemente el campesino lo reconocería por un caso de amor, un caso pasional. De hecho se abrieron investigaciones policiales sobre este suceso, pero no llegaron a buen puerto.
La familia de Ottavio recibió una indemnización por su muerte, y no dio demasiadas vueltas al motivo de su muerte. Es un caso que no creo que se vaya a resolver, ha pasado mucho tiempo y creo que corre en contra.
Descanse en paz.
Fuente: condospelotas.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario