Buscador

viernes, 30 de septiembre de 2011

¿Cuánto mide el campo de Oliver y Benji?

Y otra más de Oliver y Benji. Esta vez, el humor trata las dimensiones del campo de juego de la serie. Vean la transcripción que he encontrado acerca del tema en el siguiente enlace (cliquen en él y disfruten):
¿Cuánto mide el campo de Oliver y Benji?

1 comentario:

  1. Sí, mucho análisis del juego pero lo que nadie habla es de la ideología que tenía esta serie, que es auténticamente deleznable. Veamos de qué va, un niño pijo hijo de un capitán de barco quiere ser un crack mundial del fútbol. Para eso su padre contrata a un exfutbolista borracho y lo mete en su casa a convivir con su hijo y su mujer. Un borracho que pasa el tiempo con niños y luego a solas en casa con su mujer, yo no digo nada.
    Total, que empieza la serie y, ¿quién es el gran villano? Un muchacho pobre que tiene que ganar el torneo para conseguir una beca que le permita mantener a su madre y sus tres hermanos pequeños, que ha sido educado, deportivamente hablando, por otro borracho. Va el niño pijo y lo derrota, se la trae floja que Mark necesite realmente esa beca para poder vivir. El odio de Mark por Oliver no puede ser más justificado.
    Pero no es sólo Mark. Ed Warner, el portero karateka, tenía que ganar el torneo para poder seguir con la ilusión del fútbol. Su padre le dijo que si no ganaba se tendría que encargar del negocio familiar, que creo recordar era de sushi o algo japonés. Quizá fuera una tienda de microelectrónica o de artículos de Hello Kitty, no recuerdo bien. Oliver le batió, porque el niño pijo quería ser ídolo de masas.
    A la novia de Philliph Callaghan le habían dicho que en cuanto quedaran eliminados se tendría que ir a USA. Pues llega Oliver y lo elimina y lo deja sin novia. Claro, como el ya tenía a la hombruna de Patty, pues le daba igual que otro se quedara sin mojar. Con las cintas tan bonitas para el pelo que le había hecho…
    Pero el colmo de los colmos…Julian Ross. Joder, es que casi lo mata. Que en un momento le pega un codazo en su maltrecho corazón. Encima de pijo cabrón, asesino.
    Ya en las versiones modernas vencía a un brasileño que vivía por y para el fútbol porque, palabras textuales, “él no disfrutaba con el juego”. ¿Cómo va a disfrutar, so cabrón? Es de una favela, juega para poder comer, no para darse baños de masas como tú, pijo malcriado.
    En fin…bonus track: http://www.youtube.com/watch?v=Btruc3N-Bn8

    ResponderEliminar