La debacle en Chipre

Hoy día, tras haber hablado ayer de un fracaso sonoro en la selección española de baloncesto (el famoso "angolazo"), lo hago de otro tropiezo importante, pero de la selección de fútbol. Es la famosa derrota de Chipre.
Hay que retroceder hacia 1998. España llegaba del Mundial de Francia escaldada (eliminada a las primeras de cambio (de aquella participación lo que se recuerda más es la cantada de Zubizarreta contra Nigeria que costó una derrota)) y con el seleccionador Javier Clemente muy cuestionado (su famoso planteamiento defensivo y colocar a jugadores en posiciones que no son las suyas (por ejemplo, Hierro de mediocentro) así lo hacía).
España se enfrentaba a una fase de clasificación para la Eurocopa de 2000 (aquella del gol de Alfonso), y el primer partido de dicha fase era contra Chipre. El partido, jugado en la ciudad chipriota de Larnaca, dio una sorpresa impresionante: Chipre ganaba el partido por 3-2. Por muy mal que viniese la selección del Mundial, nadie se esperaba perder contra el conjunto chipriota.
Engomitis (con un nombre que suena más bien a cierto programa de televisión) y Gogic adelantaron a Chipre, que ganaba 2-0 al minuto 48. Raúl acortó distancias en el 72, pero no sirvió de nada: Spoljaric anotó el tercer gol para Chipre. Morientes hizo el segundo para España a falta de 6 minutos para acabar el encuentro.

La derrota no supuso un obstáculo para la clasificación de España a la Eurocopa de Bélgica y Holanda, ya que el resto de partidos se ganaron (algunos de goleadas escandalosas, como el 9-0 a Austria), aunque fuera contra selecciones débiles. Aún así, supuso un bochorno increíble para la selección. Chipre nunca ha sido una selección a tener en cuenta en el panorama futbolístico, y perder contra esa selección... Escoció, y bastante. En España se pedía la cabeza de Clemente (y con razón), y pasó lo que tenía que pasar. Acabaron echando al entrenador vasco de su cargo, siendo sustituido por José Antonio Camacho, el cual entrenó a la "Roja" hasta el Mundial de Corea y Japón.
Un partido recordado por el gran batacazo que supuso.
Fuente: elmundo.es