El CD Málaga comenzó su declive a finales de la década de los 80. Había subido a Primera en la temporada 1987/88 en la primera posición (plaza de ascenso directo) y en la campaña siguiente salvó la categoría por poco al quedar 16º con 3 puntos de ventaja sobre los puestos de promoción (el Español que fue 17º y el Betis que quedó el 18º, ambos perdieron en sus eliminatorias de promoción y por consiguiente (como diría Felipe González, el amigo de muchos foreros de Forocoches) bajaron a Segunda).
Pero la suerte en cuanto a resultados deportivos no estuvo del lado del club aquel año. En liga, cayó al puesto 17º y tuvo que jugar una eliminatoria de promoción contra el Español. El equipo barcelonés recuperó la categoría en un partido de vuelta que necesitó de una tanda de penaltis (cada equipo local venció por 1-0 y en la prórroga no se alteró el marcador) que se marchó a la muerte súbita en la que Albesa marcó su penalti y Villa falló el que le tocaba.
Una vez que el equipo había vuelto a Segunda para la 1990-91, los problemas económicos ya estaban de forma presente en el CD Málaga: cuando estaban en Primera en las dos campañas anteriores, no habían escatimado en gastos y habían ido sumando deudas con Hacienda, y por poner un ejemplo, habían fichado del Sevilla al portero Fernando (al que puede que alguno recuerde por ser el meta que recibió el famoso gol de Ronaldo al Compostela) e incurrieron en impago del susodicho fichaje. También ocurrió que mantuvieron gran parte de la plantilla que había estado en Primera (imagino que manteniendo los salarios que tenían en dicha categoría).
El no conseguir subir a Primera en aquel 1991 en la eliminatoria de promoción contra el Cádiz (en la que también se necesitaron usar las tandas de penaltis en el partido de vuelta, siendo importante para la permanencia del Cádiz el portero Szendrei, ex jugador del Málaga) agravó el asunto.
En la temporada 1991-92 hubo un auténtico caos: el presidente José Pardo y su sucesor en el cargo José Toboso no consiguieron detener el crecimiento de la deuda, que al final de temporada acabó ascendiendo a un total de 2429 millones de pesetas. Con la deuda acrecentándose, el club estuvo a punto de desaparecer, pero la venta de Mata al Tenerife supuso que el Málaga se embolsara 80 millones de pesetas que supusieron que los jugadores pudieran cobrar. Sin embargo, todo fue a peor en lo económico (ya que la deuda se fue aumentando como ya he dicho e incluso los futbolistas protagonizaron un encierro en el vestuario de La Rosaleda (que llegó a ser embargado y puesto a subasta) y una sentada en los prolegómenos del partido de la penúltima jornada frente al Compostela) y en lo deportivo: el Málaga quedó el 18º y se marchó a Segunda B con el Avilés Industrial, el Las Palmas y el Murcia (que a pesar de quedar 11º descendió administrativamente).
A la deuda de más de 2000 millones de pesetas antes mencionada, se añadía que el Málaga debía abonar otros 970 millones para convertirse en Sociedad Anónima Deportiva. También hubo una denuncia de los jugadores al club por los impagos de sus sueldos que supuso el descenso administrativo a Tercera. La puntilla fue que el 27 de julio de 1992 se realizó una Asamblea de socios en la que se votó por unanimidad la desaparición del CD Málaga.
Fuentes: bdfutbol.com, es.wikipedia.org, lafutbolteca.com, marca.com
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