Leyendas urbanas: Ricky Martin, la niña y el perro

Hoy empiezo por aquí una nueva sección: leyendas urbanas.
Todos hemos oído o leído alguna vez alguna leyenda urbana, como la famosa niña de la curva, los cocodrilos en las alcantarillas de Nueva York o la vieja friendo a su gato en el microondas. La sección va a empezar con una leyenda urbana puramente española: la de Ricky Martin, la niña y el perro.
Hay que remontarse hacia mediados de los 90 para encontrar la epoca en la que surgió esta leyenda urbana. En aquellos tiempos, se emitía en Antena 3 un programa llamado "Sorpresa sorpresa", el cual estaba presentado por Isabel Gemio. En dicho programa, se le daban sorpresas a diferentes personas, todas esas sorpresas de distinto tipo.
Pues bien, un buen día en el que se emitía el programa, surgió la leyenda urbana de Ricky Martin, la niña y el perro. La historia de esta leyenda urbana se resume así:
Había una niña cuyo ídolo era Ricky Martin ("joías" niñas, los ídolos que tienen...), y sus padres decidieron recurrir al programa para darle una sorpresa: que Ricky Martin la sorprendiese en su casa.
Para ello, los padres dejaron a la niña sola en casa, con la excusa de que iban a la calle a comprar cualquier chorrada (en realidad iban a los estudios del programa "Sorpresa sorpresa"). Ricky Martin estaba escondido dentro del armario del cuarto de la niña, y en cuanto fuese el momento adecuado, iba a salir de dicho armario (años despues, saldria de él... pero con otro motivo: reconocer que era gay) para darle la sorpresa a la niña.
La niña fue a la cocina y cogió un bote de mermelada (algunas versiones dicen que no era mermelada, sino Nocilla, o incluso foie-gras). Ya con el bote de mermelada, entró en su cuarto y se quitó la ropa rápidamente.
Tras ello, se untó el ... Bueno, ya me entienden, sus partes nobles (no voy a decir palabras malsonantes, que estoy escribiendo este artículo en horario infantil), ante la mirada atónita de Ricky Martin. Pero eso no fue todo. La niña llamó a su perro (llamado Ricky, precisamente), el cual, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, empezó a lamer la mermelada que la niña se había puesto en sus zonas íntimas.
Rápidamente, el programa cortó la imagen. Isabel Gemio (algunos dicen que ese día no estaba presentando el programa ella, sino Concha Velasco) no sabía como salir al paso, y Ricky Martin estaba alucinando con lo que estaba pasando.
En una época en la que Internet no estaba tan extendido como hoy en día, el suceso se propagó por todos lados en apenas horas: todos sabían lo que había pasado... Imagínense si esto hubiese ocurrido a día de hoy...
El problema era: ¿Quién había visto lo que había pasado? ¿Alguien había visto en cuestión el vídeo?
La gente empezaba a decir: "Tengo un amigo que dice que lo ha visto", "Mi primo lo vio", "A mi hermana le van a pasar el video para que lo vea, que lo han grabado en VHS"...
Hay que decir que no existe ningún vídeo por Internet ni por ningún sitio que muestre lo que pasó. Ninguno. Si ven algún video por Youtube (por nombrar alguna web de alojamiento de videos), es fake.
El programa, por lo visto, se repetía los domingos por la mañana, y mucha gente lo vio para ver si salía el vídeo de marras. De verdad, de haber existido dicho vídeo, ¿alguien cree que lo iban a poner?
A la semana siguiente, al parecer, desde el programa, se pidieron disculpas por lo sucedido... (?)
Por cierto, esta leyenda ha llegado a ser nombrada en canciones como "Mentiras" de Tote King...



Es, sin duda, la mayor leyenda urbana que ha parido este país...
Fuentes: ionlitio.com, elmundoestaloco.blogspot.com