La primera promoción tuvo lugar en la primera liga de la historia, en la temporada 1928-29. El Racing de Santander había quedado clasificado como último (en una liga de 10 equipos) y le tocó jugar una eliminatoria con el Sevilla, que había quedado el primero en su grupo de Segunda División. El Racing salvó la categoría al ganar la ronda (perdió la ida por 2-1 pero en la vuelta remontó al vencer por 2-0).
La promoción volvió a mediados de la década de los 30, y sólo se vio interrumpida por la Guerra Civil hasta que a mediados de los 40 hubo otro parón. Se retomó en la campaña 1934-35 (en la cual el Betis ganó su única liga) y en ella sólo participaron equipos de Segunda, que en aquel momento tenía tres grupos: los dos primeros clasificados de cada grupo pasaban a una liguilla de seis equipos, en la cual se arrastraban los dos partidos de liga que habían jugado entre sí los equipos en su grupo. Ascendieron el Hércules y el Murcia.
En la temporada 1935-36 se continuó el formato de promoción con seis equipos, pero sin arrastrar resultados previos. El ascenso se lo llevaron el Celta y el Zaragoza. La Guerra Civil afectó a la liga de tal manera que no sólo no se pudo disputar la competición durante el conflicto (obviamente), sino que hubo que jugarse una promoción extra tras el final de la guerra: el Oviedo, que había quedado como tercer clasificado, no podía utilizar su terreno de juego (Buenavista) al estar destruido por la gueerra, así que el Atlético de Madrid y el Osasuna, que eran los dos equipos que habían quedado en puestos de descenso como dos últimos clasificados, jugaron un partido para determinar quién ocuparía el puesto del Oviedo en la temporada 1939-40. El partido lo ganó el Atlético 3-1.
Para la temporada 1939-40, la promoción consistió en un único partido, que fue un derbi gallego: Celta (que quedó antepenúltimo en liga) - Deportivo (que estaba en Segunda), con un 1-0 favorable a los vigueses. Este formato de promoción a único partido se mantuvo hasta la temporada 1949-50 (con la interrupción de la 1947-48 y la 1948-49 en que no se celebró), enfrentando a equipos de Primera y de Segunda. Gracias a ganar esta promoción, en aquella época consiguieron su primer ascenso y debutar en Primera el Deportivo y el Castellón, y también cabe destacar que en la temporada 1941-42 el Barcelona sufrió el mayor riesgo de descender en su historia, ya que jugó la promoción contra el Murcia (quedó el 12º de 14 equipos, a dos puntos del descenso directo), pero eso sí, ganó el partido de forma contundente por 5-1.
El formato de competición de la promoción cambió para la temporada 1949-50, se instauró una liguilla que jugarían seis equipos: los dos equipos clasificados en Primera en el tercer y cuarto puesto por la cola y los clasificados en los dos grupos de Segunda en segunda y tercera posición. Los equipos que quedasen clasificados en las dos primeras posiciones de la liguilla jugarían la temporada siguiente: podía darse el caso que los dos equipos de Primera ocupasen esas dos posiciones (como en 1951-52, 1952-53 (el Celta quedó tercero, pero la renuncia del España Industrial (el futuro Condal) hizo que no descendiese) y 1954-55. La última promoción con este formato se dio en la temporada 1955-56.
En la temporada 1958-59 se retomó la promoción con los situados en Primera en el tercer y cuarto puesto por la cola y el tercer y cuarto clasificado en Segunda, con la diferencia de que las eliminatorias se jugarían a ida y vuelta en vez de a partido único. Se mantuvo hasta la temporada 1967-68, y tras esa campaña no empleó más hasta mediada la década de los 80, cuando se recuperó con el mismo formato.
Se recuperó para la 1987-88 (la siguiente a la famosa temporada del playoff), en la cual el Oviedo aprovechó la ocasión para ascender ganando por 2-1 y empatando a 0 ante el Mallorca. Con este formato, ya en los 90, hubo dos eliminatorias que llegaron a emplear la tanda de penaltis en el partido de vuelta: Español-Málaga (1989-90) y Málaga-Cádiz (1990-91). Y aparte, la llegaron a jugar y perder en los 90 el Figueres (contra el Cádiz, 1991-92) y el Toledo (contra el Valladolid, 1993-94), siendo sendas eliminatorias lo más cerca que han estado nunca de jugar en Primera.
En la temporada 1993-94 la eliminatoria entre el Rayo Vallecano y el Compostela no empleó la tanda de penaltis al acabar en empate tras el partido de vuelta, sino que tuvo un tercer partido de desempate jugado en campo neutral (el Carlos Tartiere) en el que ganó (y consiguió el ascenso por lo tanto) el Compostela por 1-3. Y la temporada 1996-97 sólo tuvo una eliminatoria (Mallorca-Rayo, ganada por el Mallorca que ascendió) ya que se necesitaba reducir el número de equipos en Primera de 22 a 20 (recuerden, ocurrió el escándalo por el cual la liga descendió a Sevilla y Celta para luego readmitirlos y formar la liga de 22 equipos).
Se abandonó este formato tras la temporada 1998-99, en la cual el Villarreal perdió la eliminatoria y la categoría ante el Sevilla, y el Extremadura también se marchó a Segunda tras perder ante el Rayo Vallecano. Se decidió adoptar un formato nuevo (igual al que venía empleando la liga inglesa) a partir de la campaña 2010-11, por el cual una plaza de ascenso (la tercera en discordia) vendría de aquí: los clasificados en Segunda en los puestos 3º, 4º, 5º y 6º (siempre y cuando no haya un equipo filial en alguna de esas posiciones, en dicho caso el clasificado en la posición directamente inferior la disputaría, tal y como pasó en la 2013-14, la promoción en la que ganó el Córdoba (sí, aquella de la invasión de campo de los aficionados del Las Palmas)) juegan un torneo de semifinales y final en el cual asciende el ganador de la final. Este formato goza de éxito ya que se mantiene en el momento de escribir este texto (diciembre de 2022).
Fuentes: bdfutbol.com, revista "75 años de la mejor liga del mundo"
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