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miércoles, 28 de septiembre de 2022

Cuando el octavo se cargó al primero en los playoffs (II)

En la temporada 1998-99 tuvo lugar la segunda vez en que un equipo NBA que se clasificó para playoffs como el octavo de su conferencia eliminó al que consiguió el primer puesto. Los equipos protagonistas fueron Miami Heat y New York Knicks.

Aquella campaña fue atípica desde su inicio, ya que fue la del primer lockout o cierre patronal que provocó por primera vez en mucho tiempo que no se pudieran disputar los 82 partidos que habitualmente tiene un calendario normal de la liga NBA. El final del convenio colectivo y la ausencia de acuerdo entre la liga y el colectivo de jugadores para firmar un nuevo convenio hizo que el 1 de julio de 1998, la liga quedase paralizada. No se concretó ningún nuevo acuerdo para otro convenio colectivo hasta el 20 de enero de 1999, muy cerca de la fecha límite que hubiera provocado que la temporada se hubiera cancelado íntegramente. El retraso en el acuerdo supuso que la liga se acortase a 50 partidos, se cancelase el partido de All Star previsto para aquella temporada y que la pretemporada se redujera a sólo dos partidos (en vez de los ocho habituales), sin olvidar que se produjo el curioso hecho de que hubo equipos que no llegaron a enfrentarse en liga regular. 

En la conferencia Este los Chicago Bulls, que eran los vigentes campeones al haber ganado la final NBA a los Utah Jazz con aquel icónico tiro decisivo de Michael Jordan, quedaron en la última posición de la división Central y de la conferencia tras haber sido prácticamente desmantelada la plantilla y ganar 13 partidos de los 50 posibles (cometieron aberraciones como aquella derrota en la que sólo anotaron 49 puntos), con lo que no tendrían la oportunidad de intentar defender su título en la segunda fase de la temporada. Los cruces del Este para esa corta temporada fueron: Miami Heat (1º) - New York Knicks (8º), Indiana Pacers (2º) - Milwaukee Bucks (7º), Orlando Magic (3º) - Philadelphia 76ers (6º) y Atlanta Hawks (4º) - Detroit Pistons (5º).

Miami Heat ganó 33 partidos y se encaramó al primer puesto de la conferencia y de su división (la Atlántico), aunque no fue el líder indiscutido de la conferencia en cuanto a victorias, ya que Orlando Magic (que obviamente jugaba en la misma división siendo del mismo estado, Florida) e Indiana Pacers también consiguieron las 33 victorias. En cambio, no tuvieron las cosas fáciles en Nueva York para entrar en playoffs: tuvieron que recurrir a ganar seis de los últimos ocho partidos ligueros en el mes de abril para colarse en el octavo puesto con una victoria de ventaja sobre el noveno clasificado, los Charlotte Hornets (y parecía que podían quedarse fuera tiempo antes tras una derrota ante los 76ers por 72-67 (sí, ese es el resultado, los 90 fueron droga dura en cuanto a las anotaciones)).

Las anotaciones bajas siguieron siendo protagonistas en la ronda que enfrentó a los Heat y a los Knicks: ningún equipo metió llegó o superó los 100 puntos en ninguno de los partidos de la eliminatoria, y de hecho sólo cuatro veces (de 10 posibles) superaron los 80 puntos. 

Los Knicks se llevaron el primer envite, al ganar 95-75. En el segundo partido, Miami empató la eliminatoria ganando por 73-83. El final del tercer encuentro fue otra victoria de los Knicks por más de 20 puntos (73-97) y en el cuarto choque Miami volvió a igualar la ronda ya que ganó 87-72.

El quinto partido (a jugarse en Miami) sería el definitivo (entonces la primera ronda se la llevaba el mejor a cinco partidos) y fue otra demostración de marcador bajo (en la actualidad, con los carruseles de puntos que hay no nos imaginamos un tanteo así) que se decidió sobre la bocina: a falta de 58 segundos para acabar, los Heat ganaban 77-74 tras anotar Terry Porter dos tiros libres. Ewing acortó la diferencia a un punto con otros dos tiros libres y, con cuatro segundos y medio para el final, Allas Houston recibió el balón tras un saque de banda y lanzó un tiro de dos casi sobre la bocina que le dio la victoria y la eliminatoria al equipo neoyorkino.

 

En la segunda ronda los Knicks se vieron las caras con los Hawks y... No tuvieron excesivos problemas, ya que los barrieron con un 4-0 siendo el primer partido la victoria más ajustada (100-92), y ojo, decidieron la eliminatoria con una victoria por 66-79 (como dije antes, los tanteos en los 90 (no sólo en la NBA) provocaban más pesadillas que verse entero un discurso de Fidel Castro.

Las finales de conferencia enfrentaban a los pupilos de Jeff Van Gundy con los Pacers. Los Knicks arrastraban, por su octava posición en liga regular, la desventaja de campo desde la primera ronda hasta esta eliminatoria, y si vencían a Indiana, la tendrían también en la final NBA... Y la acabaron teniendo, ya que ganaron por 4 victorias a 2, siendo el momento más recordado de la ronda aquella jugada de 4 puntos (triple más adicional) que consiguió Larry Johnson para ganar el tercer partido de la serie.

 

Los Knicks fueron aquella temporada el primer y único equipo en la historia de la NBA en llegar a las finales partiendo desde el octavo puesto. Sin embargo, la suerte no les acompañó en la final ya que los San Antonio Spurs (con un Tim Duncan que ya estaba en un papel muy estelar en el equipo tejano) les ganaron 4-1 para engarzarse su primer anillo.

Fuente: es.wikipedia.org, as.com, theringer.com, basketball-reference.com

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