Me imagino que más de uno en España habrá visto (o al menos oído hablar) de la serie "Beavis y Butthead": dos adolescentes atontados aficionados al heavy que pasan el día viendo videoclips en la MTV y criticándolos, y cuando no hacen eso, están en situaciones de lo más surrealista.
La serie llegó a tener tanto éxito que se hizo una película, que es el tema del artículo de hoy.
La película comienza cuando Beavis y Butthead descubren que les han robado la televisión de su casa. Al entrarles el mono de televisión, se dedican a pasear por la calle a ver si pueden entrar en casa de alguien para ver la tele, hasta que llegan a la habitación de un motel.
En dicha habitación, se encuentra un delincuente, que los confunde con un par de "sicarios" y les ofrece viajar a Washington a cambio de cepillarse a su mujer. El tipo se refería a cepillarse en el sentido de asesinarla, pero los dos chavales lo interpretan como cepillársela en el sentido de "darle salami".
El delincuente quiere matar a su mujer porque han robado juntos un virus muy peligroso, y ella se ha escapado con dicho virus. Por lo tanto, quiere venganza.
A partir de ahí, Beavis y Butthead se ven envueltos en una aventura desternillante.
En mi opinión, la película es buena en general, pero sin duda, lo grandioso son las escenas finales. Una muestra:
ENORME.
Si tienen la oportunidad, vean esta pelicula. No les defraudará.
Ya vi la película y es excelente, como ese humor que caracteriza a Mike Judge como Extract o su ahora serie Slicon Valley. Muy buena.
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