La temporada 1999-00 fue para el club de Vallecas una para recordar: ganó por 0-2 al Barça y al Atlético (los colchoneros terminaron aquella campaña yéndose a Segunda junto a Betis y Sevilla) y empató a 0 en el Bernabéu, y acabó el torneo liguero en novena posición habiendo sido líder en 4 jornadas (aunque es cierto que dichas jornadas pertenecían a la primera vuelta: la 4ª, 8ª, 10ª y 11ª).
El noveno puesto no otorgaba plaza en competición europea, pero en aquella época la UEFA otorgaba tres plazas para la copa de la UEFA por motivos de juego limpio: cada país elegía a un equipo basándose en criterios como la baja cantidad de amonestaciones, el respeto a los árbitros o el comportamiento de las aficiones. Las tres plazas se sorteaban entre todos los equipos elegidos y los beneficiados fueron el Norrköping sueco, el Lierse belga, y el protagonista de estas líneas, el Rayo Vallecano.
Eso sí, el Rayo (como los otros dos equipos antes mencionados) debía disputar una ronda previa, en la que el rival que le tocó en gracia fue el Constellació andorrano (un equipo que tiene una curiosa historia). No fue rival dicho equipo ya que en la ida vencieron a domicilio por 0-10 (al descanso ya iban 0-6 y en la estadística podemos ver datos como que Bolic anotó 4 goles y Bolo metió un doblete), y la vuelta se solucionó con un set de tenis (6-0, con otro doblete de Bolo).
En la primera ronda el club se debía enfrentar al Molde noruego. El partido, jugado en el Molde Stadion, tuvo un escueto 0-1 (gol de Bolo) que daba una ligera ventaja a los vallecanos, que supieron mantener ya que en el entonces llamado Teresa Rivero el marcador del partido de vuelta tenía un empate a uno cuando finalizó el partido.
Para la segunda ronda el rival era el Viborg danés. Al igual que contra el Molde, el Rayo supo llevarse en la ida un único gol de ventaja, con la diferencia de que el partido se jugó en España: el gol de Quevedo dio la victoria por 1-0. La vuelta en Dinamarca que saldó con una derrota por 2-1, pero el Rayo pudo pasar a la siguiente ronda (debía ser por el valor doble de los goles anotados a domicilio).
El Lokomotiv de Moscú fue el siguiente rival. Un 0-0 en tierras moscovitas dejaba todo por decidir en Vallecas, y ahí el Rayo, con dos goles en apenas 3 minutos (Bólic en el 65 y Alcázar en el 67), fue quien sacó el billete a los octavos de final, donde esperaba el Girondins de Burdeos con Pauleta y el belga Wilmots en sus filas.
El pase a cuartos se solventó con un 4-1 en la ida (remontando un gol tempranero a los dos minutos de Laslandes) y un 1-2 (imponiéndose al gol en propia meta de Mingo que supuso el empate) en tierras francesas.
Pero el sueño europeo del Rayo terminó en cuartos: el Alavés, que iba disparado a jugar aquella mítica final contra el Liverpool, provocó con su victoria por 3-0 en Mendizorroza que la eliminatoria quedara sentenciada. Al menos pudieron despedirse del torneo con una victoria por 2-1 (goles de Luis Cembranos y Quevedo, y de Jordi Cruyff para los vitorianos) frente a su afición.
Desde entonces, el Rayo no ha vuelto a jugar en Europa: en la temporada 2012-13, quedando en octava posición, le correspondía una plaza para la copa de la UEFA debido a la sanción que se le había impuesto al Málaga, pero como el club estaba en concurso de acreedores en aquel momento dicha plaza le fue otorgada al Sevilla (que todo sea dicho, terminó ganando dicho torneo en una final ante el Benfica que se fue a la tanda de penaltis).
Fuente: as.com, bdfutbol.com, es.wikipedia.org
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