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jueves, 25 de abril de 2024

La muerte de Jaco Pastorius

Jaco Pastorius, considerado por más de uno como el mejor bajista del mundo y que llegó a hacer fama no sólo en el mundo del rock sino también en el del jazz, tuvo una vida corta y que llegó a ser errática en sus últimos años. Tuvo una muerte violenta con sólo 35 años, y en el día de hoy voy a hablar por aquí de dicho suceso.

Nacido en Norristown (Estados Unidos) en 1951, su primera incursión en la música tuvo lugar cuando entró a tocar en la banda The Sonics. En 1976 publicó un disco debut en solitario titulado con su propio nombre artístico que revolucionó la escena del jazz, armado con su Fender Jazz Bass de segunda mano. Posteriormente fue haciéndose un nombre trabajando al lado de artistas como Joni Mitchell, Herbie Hancock, Wayne Cochran y los CC Riders, Weather Report, Blood Sweat and Tears o su propia banda, Word of Mouth. Llegó a estar nominado tres veces al Grammy. 

En 1982 fue diagnosticado como maníaco depresivo, un trastorno mental del cual no quiso tratarse ya que le afectaría a su capacidad creativa para componer y tocar el bajo. Poco tardó tras esto en meterse en problemas ya que cayó en el consumo de alcohol y cocaína, y terminó siendo un sin techo y ser una persona que se metía en peleas en los bares. Incluso llegó a perder su bajo Fender mientras jugaba al baloncesto en Nueva York (con el paso de los años Robert Trujillo, de Metallica, lo recuperó a través de un coleccionista). 

En 1987, el 11 de septiembre, trató de subir al escenario en un concierto de Carlos Santana en el que tocaba Alphonso Johnson, su predecesor en Weather Report. Al no ser expulsado del local, se marchó al local Midnight Bottle Club. En la puerta, el portero (Luc Havan) le deniega la entrada, al ver su aspecto (como he dicho antes, vivía junto a mendigos y en aquel momento dormía en el banco de un parque).

Ante la negativa, Jaco entró en furia y se dedicó a patear la puerta, que era de cristal. Tras esto, el personal de seguridad del local y el portero fueron tras él, que echó a correr. Cuando le alcanzaron, empezaron a pegarle, y el portero, que era cinturón negro de karate, fue quien más se cebó con él: fracturas en los huesos de la cara, el brazo izquierdo y el cráneo, e incluso los golpes provocan que se le desplace el ojo derecho de su cuenca. Terminó siendo trasladado a un hospital en estado de inconsciencia.

En el hospital se le declara en estado de coma, y tras varios días, sufre un derrame cerebral que provoca que entre en estado de muerte cerebral y tenga que ser mantenido con vida con un respirador artificial. Al décimo día, sus padres decidieron que se le retirara el respirador, con lo que falleció a la edad de 35 años.

El portero que le dio tal paliza de muerte fue condenado a cinco años de cárcel por homicidio involuntario, pero sólo llego a cumplir cuatro meses de la condena, ya que le liberaron por buen comportamiento en presidio.


Fuente: jotdown.es, mariskalrock.com, latercera.com

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