Allá por la década de los años 30 del siglo pasado, se convirtió en una moda que los neoyorquinos con bastante "panoja" que pasaban sus vacaciones en localidades del estado de Floria volvieran a Nueva York con crías de cocodrilo para tenerlos como mascotas para sus hijos.
Con el tiempo, dichas familias se acabaron hartando de los cocodrilos por estar aburridos de ellos o por lo mucho que costaba mantenerlos en cuanto a cuidados se refiere y la peligrosidad que dichos animales podían acarrear. Por ello, decidían deshacerse de ellos tirándolos por el retrete y tirar de la cisterna posteriormente (podremos quejarnos todo lo que queramos de Jesús Gil, pero al menos a él no se le ocurrió hacer lo mismo con su cocodrilo Furia, ya que lo entregó a la World Wide Fund).
La leyenda urbana dice que muchos de estos cocodrilos que acabaron en las alcantarillas de la ciudad de Nueva York acabaron sobreviviendo (¿sacarían de ahí la idea para hacer la serie de las Tortugas Ninja?) y reproduciéndose, al nivel de acabar mutando (debido a todas las sustancias que había en el alcantarillado) a ser cocodrilos albinos y, con los ojos ciegos debido a la oscuridad que hay en las alcantarillas. También se dice que hubo vagabundos y operarios de mantenimiento que fueron atacados por los cocodrilos.
En los mismos años 30 hubo jóvenes neoyorquinos que declararon haber visto a un cocodrilo saliendo de las alcantarillas y al que dieron muerte a palazos, y en el libro "El mundo bajo la ciudad" (escrito en 1959) el supuesto responsable del alcantarillado de la ciudad dijo que se encontraron bajo tierra cocodrilos de hasta 60 centímetros de largo que fueron exterminados.
Sin embargo, es imposible que los cocodrilos hubieran podido sobrevivir en las alcantarillas, ya que son animales que cuyo hábitat suele encontrarse en climas tropicales (con temperaturas que siempre están por encima de los cero grados), y los inviernos de Nueva York se caracterizan por ser muy fríos, con temperaturas bajo cero, olas de frío y nevadas. No hubieran podido sobrevivir al frío y, por si fuera poco, las bacterias presentes por el detritus de las alcantarillas les hubieran provocado enfermedades letales para ellos.
Fuente: muyinteresante.es, shock.co, historiasdenuevayork.com
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