Roger Walkowiak, nacido el 2 de marzo de 1927 en Francia en el seno de una familia de origen polaco, fue un ciclista que en los años 40 (1943-49) corrió para un equipo amateur llamado ESD Montluçon y en los años 50 formó parte de equipos profesionales vinculados a la zona de la que él provenía (Riva Sport-Dunlop, Gitane-Hutchinson, Saint Raphael-Geminiani). Pero no obtuvo grandes resultados hasta 1956 (una etapa del Tour de l´Ouest) y apenas se asomó en 3 ocasiones al Tour antes de ese año, con resultados bastante discretos (un abandono, un puesto nº 47 y un puesto nº 57) con equipos que eran selecciones regionales de Francia.
En 1956 conseguiría ganar el sector de la decimoséptima etapa de la Vuelta a España, comprendido entre Irún y Pamplona, pero poco después de imponerse en dicho sector acabó retirándose de la carrera.
Y llegó el Tour de Francia de 1956. Cuando antes mencioné el Tour de 2006 para comparar, no lo hice solamente por aquello de que la victoria del maillot amarillo se produjo gracias a una fuga bidón, sino porque también fue una edición de la carrera francesa con ausencia de grandes favoritos: no estaban anteriores vencedores como Coppi, Bartali, Bobet o Koblet, y aún habría que esperar al año siguiente para la primera victoria de Anquetil en el Tour.
En aquel Tour Roger empezó bien, ya que como decía él mismo, en las primeras etapas se colocó en la meta por delante del pelotón, y lograría dar la campanada en la séptima etapa con salida en Lorient y meta en Angers y un recorrido de casi 250 kilómetros. En esa etapa formaba parte de una fuga bidón que le sacó 19 minutos al pelotón, y logró así ser el primero de la clasificación general.
Se preveía que su maillot amarillo durara poco ya que quedaba por delante toda la montaña. De hecho, su pérdida del liderato se produjo antes de empezar a escalar puertos, porque en la etapa con paso por Bayona le cazan sin fuerzas y le meten casi un cuarto de hora de ventaja. Adiós al jersey amarillo.
Sin embargo, Walkowiak se recupera: pasa los Pirineos con los mejores y apenas pierde tiempo con Gaul, Bahamontes y Adriaenssens (casi nada, oigan), colocándose el quinto en la general. Y se pone segundo en la etapa (la 17º) que iba camino de Turín tras haber pasado el Izoard y Sestriere. Y se puso líder en la etapa con final en Grenoble, con puertos como Croix de Fer, Mont Cenis y Luitel, una etapa en la que acompañó en meta a Bahamontes, el cual había tirado su bicicleta por un barranco al no ser capaz de aguantar la rueda de Gaul.
Aún hubo otra etapa montañosa y una crono el último día para que se proclamara vencedor de la general, con el insólito hecho de que no ganó ni una sola etapa del Tour. Su presencia como ganador en el Parque de los Príncipes parisino fue acogida por el público con muy poco apego, ya que le consideraban un ganador indigno, más aún después de que no pudiera refrendar al menos en parte su victoria, ya que sólo fue capaz de ganar tras ese Tour una etapa en la Vuelta a España de 1956 y de 1957. Abandonó en el Tour de 1957, y en 1958 estuvo a punto de convertirse en el único corredor en ser capaz de ganar el Tour un año y de ser farolillo rojo en otro (en 1958 sólo hubo tres corredores por detrás de él en la general).
Durante muchos años se negó a dar entrevistas e incluso se desligó del ciclismo debido a que culpaba al público del deslucimiento de su victoria en 1956. Cuando empezó a dar entrevistas, se le notaba un poso de tristeza y amargura por las burlas que había sufrido (gente como Hinault o el organizador del Tour Jacques Goddet defendieron su victoria).
Fuente: jotdown.es, es.wikipedia.org
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