El pasado día 1 de este mes de septiembre Daffney (conocida por aparecer en WCW (empresa en la que fue una de las dos únicas mujeres (la otra fue Madusa) en ostentar el título de peso crucero) y en TNA (con un personaje que era en parte similar al que tuvo en WCW), sin olvidar su paso por empresas de lucha libre femenina como Shimmer y Shine en un papel de manager y valet debido a que ya no era capaz físicamente de poder tener combates) hizo un directo en Instagram en el que levantó todas las alarmas, ya que durante la transmisión hizo cosas como las siguientes: leyó unas notas que sonaron totalmente a notas de despedida, lloró mientras decía frases como "¿No entendéis que estoy totalmente sola? ¿No lo entendéis?" y recordaba que quería que su cerebro fuera a Boston (el contexto de esto último es que había mencionado que creía que sufría de lo que se llama (en inglés) CTE y que deseaba que su cerebro fuera a Boston, ciudad en la que hay un centro en el que se estudian los cerebros de fallecidos para ver si sufrieron de CTE y similares). También ocurrió que se pudo ver que tenía una pistola en su mano.
Gente como Mick Foley, Lufisto y April Hunter pidieron por Twitter que por favor acudieran lo más pronto posible a su domicilio en su ayuda, mientras que en el propio directo todos pedían a Daffney que no hiciera nada que pudiera acabar con su propia vida. También recibió múltiples llamadas a su móvil de varias personas, pero no contestó a ninguna. Finalmente, el directo se cortó (por la propia aplicación de Instagram) en un momento en el que estaba decidida a hacer accionar su pistola.
Pasaron varias horas hasta que pudieron localizarla (aproximadamente una semana o dos antes se había mudado de domicilio) y entrar en su casa, pero por desgracia cuando llegaron a entrar ya había muerto (se había disparado en el pecho como pretendía).
Yo me enteré de lo sucedido justo al día siguiente. Aunque había leído hace un par de años que estaba sufriendo problemas con su cuello y algunas vértebras, además de las conmociones cerebrales que había tenido debido a su paso por TNA, no tenía constancia (y si la llegué a tener, no lo recordaba) de que tuviera depresión, la enfermedad culpable de que a día de hoy ella no se encuentre entre nosotros.
Su muerte me dejó un tanto tocado: llegué a ver en Youtube parte del directo de Instagram (por cierto, ¿qué le pasa a la gente que subió fragmentos del susodicho directo a internet, máxime cuando la propia familia de Daffney pidió que no lo hicieran? Normal que Francine criticara eso en Twitter) y es muy duro de ver. También leí hace tiempo que había sufrido varias conmociones cerebrales (y alguna que otra lesión en su paso por TNA, empresa que hizo algo muy lamentable al no cuidarla en el sentido de que le prometieron pagarle sus facturas médicas y nunca lo acabaron haciendo), que pienso que indudablemente derivarían en su depresión, que le hacía sentirse sola cuando probablemente fuera una de las mujeres más apreciadas y queridas por la gente que la conocía.
Los mensajes de aprecio y cariño hacia ella en las redes sociales fueron muchos, coincidiendo en que era una gran mujer. De entre todos esos mensajes, los que más me llamaron la atención fueron los que hicieron Nikki Cross en Twitter y Allysin Kay y Jamie Senegal en Instagram. Me hacen pensar algo parecido a lo que dijo Cody Rhodes hace dos años en Twitter sobre Ashley Massaro (cuando Ashley murió): esa personalidad y bondad es única y nunca debería abandonar este mundillo, ni tampoco esta sociedad en la que vivimos.
Descansa en paz Daffney.
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