Quinocho fue un futbolista español nacido en Vigo el 17 de mayo de 1933. En su carrera como profesional (su posición era la de defensa) formó parte de las plantillas del Racing de Ferrol, Celta y Castellón.
Tras retirarse en 1968, pasó a ser secretario técnico del Castellón hasta 1974 cuando se marchó de vuelta al Celta para asumir la gerencia del club vigués.
Fue hasta 1988 cuando ocupó la plaza de gerente del Celta: el 20 de octubre de 1988 un par de encapuchados irrumpieron en las oficinas que el Celta tenía en el estadio de Balaídos para intentar robar una cantidad cercana al medio millón de pesetas que había allí reservado para las dietas correspondientes al viaje que el Celta debía hacer para ir a jugar el partido que les enfrentaría contra la Real Sociedad a domicilio (en el estadio de Atocha).
Quinocho hizo frente a los encapuchados tirándoles un cenicero para echarlos de las oficinas, alcanzando a uno de ellos que disparó con una pistola sin alcanzarle a él ni a ninguna de las tres mujeres (dos oficinistas y la secretaria) que se encontraban allí. El otro encapuchado le atacó apuñalándole: la cuchillada le alcanzó el corazón, matándole casi de inmediato (le rompió el músculo del diafragma y le seccionó la aorta). A pesar de que le llevaron a la clínica Povisa, la gravedad de la puñalada fue fatal y falleció. En aquel momento, tenía esposa y una hija (de 15 años) que quedaron como viuda y huérfana.
Un par de días más tarde tuvo lugar el entierro del ex jugador (tras una capilla ardiente que se instaló en Balaídos), al cual acudió una gran cantidad de gente pese a la lluvia. El partido del Celta contra la Real Sociedad fue aplazado para el 18 de mayo de 1989.
Los encapuchados huyeron junto a otro hombre que les esperaba fuera de las oficinas con un botín de 100000 pesetas del que al final se pudo recuperar un montante de 63000.
Se detuvo a cuatro hombres una semana más tarde de lo sucedido. Se descubrió que el hombre (Luis Gallego, que era el cerebro de la operación) que estaba fuera esperando a los autores del crimen, había pertenecido a las categorías inferiores del Celta e incluso había jugado con el filial, mientras que los autores materiales del asesinato eran José Bernárdez (quien apuñaló a Quinocho) y Antonio Marcote. Se detuvo a un cuarto hombre del que se pensó que había tomado parte en lo ocurrido al haber curado las heridas por el cenicero lanzado por el exfutbolista a uno de los asaltantes, pero no tuvo que ver con el crimen. Los tres acusados de la muerte de Quinocho fueron condenados en un juicio (en 1989) a cárcel: Luis Gallegó recibió una condena de 17 años y José Bernárdez y Antonio Marcote una pena de 34 años.
Fuente: linguasport.com, es.wikipedia.org, fameceleste.com, lavozdegalicia.es, cronicanegrahome.wordpress.com
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