Ocurrió en la temporada 1979-80. El CD Málaga jugó en la jornada 25 en casa (La Rosaleda) un partido de vital importancia para intentar no descender, ya que iban en el puesto nº 17, en penúltima posición únicamente por delante del Burgos. El rival de aquel partido era el Rayo Vallecano (que también peleaba por no bajar, de hecho era el equipo que estaba justo por encima de los puestos de descenso (los 3 últimos de la clasificación en aquel entonces), empatado a puntos con el Hércules, que era el antepenúltimo) y el partido no iba por buen camino para el Málaga hacia el final de los 90 minutos, ya que en el minuto 86 el rayista Tanco marcó el 1-3 para su equipo.
Tras el tercer gol del Rayo, se empezó a formar el quilombo, que dirían los argentinos: los aficionados, por la polémica que estaba habiendo en el encuentro con el árbitro (Fandos Hernández), empezaron a lanzar objetos al césped del estadio malaguista (al parecer, tambien tiraron alguna de las vallas que por aquel entonces había en los estadios españoles) e incluso intentaron la invasión del campo. El árbitro tomó la decisión de acabar el encuentro en aquel momento.
El Comité de Competición tomó cartas en el asunto y decidió clausurar La Rosaleda para el siguiente partido que al CD Málaga le tocase jugar en casa. Ese partido formaba parte de la jornada 27 frente al también desaparecido equipo del AD Almería (tras el partido contra el Rayo, el equipo malacitano jugó en la jornada contra el Barça en el Camp Nou, perdiendo por un contundente 3-0). Se decidió además que el partido debía jugarse en Algeciras (sin ánimo de lucro), en El Mirador (estadio que el Algeciras dejó de usar 1999 para emplear a partir de aquel año el Nuevo Mirador).
Los directivos del CD Málaga no recibieron de buen agrado la sanción: declarando que no habían tenido la oportunidad de apelar la sanción, decidieron que no iban a jugar su partido contra el AD Almería en otro estadio. De hecho, lo que ocurrió finalmente fue que mientras el árbitro Sánchez Arminio y el AD Almería se encontraban en El Mirador a las 17:00 del 30 de marzo de 1980, el CD Málaga saltaba al césped de La Rosaleda ante un total de 5000 espectadores.
Al no poder jugarse el partido por la incomparecencia del CD Málaga en El Mirador, decidieron darle por ganado el partido al AD Almería e imponerle al CD Málaga un castigo de una multa de 50000 pesetas y la pérdida de 3 puntos. Lo extraño de la situación es que, a pesar de haberle dado por ganado el partido al Almería, el encuentro no tiene asignado ningún resultado y aparece como no jugado (a pesar de no conocer al dedillo el reglamento de fútbol (lo que arbitro es baloncesto), diría que se le tendría que dar por ganado en ese caso al AD Almería por un resultado mínimo).
Y ojo, que aquel partido no presentado no fue el último partido con polémica del extinto Málaga, ya que en el partido en casa contra el Salamanca perdieron por 0-3, y algún tiempo después un jugador malacitano aseveró haber recibido una llamada desde Salamanca para que perdieran el encuentro ya que tenían la permanencia muy difícil. Se investigó y se alegó que había indicios de amaño, por lo que se le restaron dos puntos al Salamanca, además de sancionar al entrenador del Salamanca, a Castronovo y Orozco (los supuestos protagonistas de la llamada) e inhabilitar al presidente del equipo salmantino, pero apenas un año después el CSD revocó estos castigos por falta de pruebas.
Fuente: bdfutbol.com, futbolretro.es, odioeternoalfutbolmoderno.es, es.wikipedia.org
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