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miércoles, 25 de octubre de 2023

Los asesinos de la caja de herramientas

Lawrence Bittaker y Roy Norris son conocidos generalmente como "los asesinos de la caja de herramientas". Como el sobrenombre indica, usaban una caja de herramientas para perpetrar sus crímenes, y el blanco de sus fechorías fueron, en su totalidad, mujeres.

Estos dos criminales vieron sus caminos cruzarse al coincidir en la cárcel cumpliendo condena. Lawrence Bittaker (que nació en 1940) había pasado una infancia y adolescencia complicada, ya que fue dado en adopción nada más nacer ya que sus padres biológicos no querían tener hijos, y tras pasar por un centro de menores por mala conducta (tenía peleas, robos e incluso apuñalamientos a sus espaldas), cuando cumplió 18 años descubrió que sus padres adoptivos le habían abandonado (se habían mudado de estado (vivían en Estados Unidos)). Estuvo pasando diferentes periodos en prisión durante los siguientes 20 años por diferentes delitos, y le fue diagnosticada psicopatía. 

Roy Norris (que nació en 1948) fue un hijo no deseado, al igual que Bittaker. Su madre tenía problemas con las drogas y pasó por varias casas de acogida, llegando a sufrir abuso una vez. Intentó el suicidio en una ocasión, y tuvo problemas con las drogas por las que fue despedido de la Marina. También pasó varias veces por prisión, ya que cometió violación a varias mujeres e incluso asesinó a una mujer apedreándola en la cabeza. En 1975 le liberaron de la cárcel ya que pensaron que se había recuperado de su personalidad esquizoide y de sus problemas mentales que le convirtieron en delincuente sexual, pero se equivocaron ya que volvió a cometer violaciones y le encarcelaron en el mismo presidio que Bittaker, donde se conocieron. 

Los dos tenían en común dos puntos: la violencia sexual y la misoginia, y en sus días de condena comenzaron a fantasear en asesinar adolescentes en cuanto salieran ambos de la cárcel. No tardaron en planear su fantasía tras conseguir la libertad (Lawrence lo hizo tres meses antes que Roy) y quedar en un hotel: se agenciaron una furgoneta (en la que pusieron una cama en la parte trasera, y bajo ella pusieron una caja de herramientas y una nevera) y fueron practicando con ella cómo iban a hacerlo hasta llevar su plan a la acción. 

Fueron conduciendo por autopistas donde recogían a chicas que hacían autostop. Llegaron a recoger a un total de 20 chicas, con las que interactuaron para practicar cómo ganarse su confianza y dónde buscar lugares apartados en los que no dejarían rastro ni posibilidad de ser vistos por posibles testigos.

Cuando tuvieron la suficiente confianza como para atacar, lo hicieron: en un lapso de cinco meses en 1979, asesinaron a cinco chicas:

-Lucinda Lynn Schaefer: fue forzada a entrar en la furgoneta cuando salía de la iglesia que frecuentaba y rechazó las ofertas de los dos criminales para beber y fumar. Se la llevaron al lugar donde tenían planeado cometer los crímenes: la agredieron sexualmente en repetidas ocasions (ella no ofreció resistencia) y la estragularon con una percha que apretaron alrededor de su cuello. Envolvieron su cadáver con una cortina de ducha y lo abandonaron con la idea de que los animales lo harían desaparecer. 

-Andrea Joy Hall: dos semanas después del primer crimen, el 8 de julio, secuestraron a Andrea. Tras tenerla en la furgoneta, Norris peleó con ella puesto que la chica se resistió y la amordazó y ató de pies y manos. La llevaron al mismo lugar que Lucinda y allí hicieron diversas aberraciones: la violaron en dos ocasiones y la forzaron a hacer sexo oral, la obligaron a desnudarse para hacerle fotos de esa guisa, y acabaron con su vida estrangulándola e introduciéndole un picahielos por las dos orejas hasta llegar al cerebro. Se deshicieron del cadáver tirándolo por un precipicio. 

-Jackie Doris Gilliam y Jackeline Leah Lamp: fueron secuestradas cuando hacían autostop y fueron recogidas por Norris y Bittaker. Cuando Jackeline se dio cuenta de que se desviaban del camino esperado, intentó huir, pero Norris lo impidió ya que le tiró una pesa dejándola inconsciente y empezó a pelear con Jackie. Finalmente las dos chicas fueron amordazadas y llevadas al lugar ya habitual de fechorías. Allí sufrieron un martirio durante dos días en los que fueron obligadas a posar desnudas, violadas (Bittaker dijo que una violación fue grabada en vídeo, pero que enterró la cinta en un cementerio y nunca se ha podido recuperar), y torturadas (Jackie fue apuñalada en el pecho con un picahielos y se le arrancaron parte de sus pezones con unas tenazas). Jackie fue asesinada de la misma forma que Andrea Joy Hall, mientras que Jackeline fue golpeada con un martillo en la cabeza y estrangulada hasta la muerte. Los cadáveres fueron también arrojados por un precipicio. 

-Shirley Lynette Ledford: estaba haciendo autostop para ir a una fiesta de Halloween, y se cree que no fue forzada a subir a la furgoneta sino que lo hizo por voluntad propia ya que Lawrence era cliente de la cafetería en la que ella trabajaba. Fue amordazada y atada de pies y manos con la amenaza de un cuchillo. Tras ello, fue violada varias veces, la golpearon con puñetazos y martillazos (que le provocaron fracturas en cráneo, brazo izquierdo y pechos), la torturaron con unos alicates que provocaron graves desgarros en los genitales, y la asesinaron finalmente con una percha de metal (que apretaron con alicates) que sirvió para estrangularla. Su cadáver fue abandonado en el jardín de una casa privada que eligieron al azar. 

Los asesinatos fueron descubiertos por un error de Norris: le confesó a un antiguo compañero (llamado Dalton) lo que había hecho en los últimos meses, y este compañero decide, por consejo de su abogado, decirlo a las autoridades competentes, que ven una relación entre lo confesado por este hombre y los indicios recabados de las desapariciones de las cinco chicas.

Los asesinos confesaron los crímenes y dónde los habían cometido (Redondo Beach y las montañas de San Gabriel. No se pudieron rescatar los cadáveres de Lucinda y Andrea) y fueron llevados a juicio dos años más tarde. En el juicio los miembros del jurado escucharon una cinta que los asesinos grabaron durante la tortura que le sometieron a Shirley: muchos no pudieron soportar la audición y salieron de la sala llorando o incluso vomitando debido a la crueldad de los asesinos con la chica, que tenía 16 años. Los asesinos fueron condenados por todos los cargos que se les imputaban. 

Bittaker y Norris murieron en la cárcel de causas naturales: el primero en 2019 y el segundo en 2020.

Fuente: cronicasdelacallemorgue.com, xataka.com

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