El 8 de diciembre de 1998, el Atlético y la Real Sociedad se enfrentaban en el Vicente Calderón, en lo que era el partido de vuelta de los octavos de final de la hoy llamada Europa League. Aitor Zabaleta era, como ya he dicho en el párrafo anterior, aficionado de la Real, y había acudido a Madrid a ver el encuentro en el desaparecido estadio del Atlético. Sin embargo, nunca llegaría a ver a su equipo jugar aquel día.
Aitor había acudido con la peña Izar a Madrid, y contaba con la compañía de su novia Verónica. Con tiempo de sobra para llegar puntuales al estadio, la pareja decidió buscar un bar cercano al Calderón y preguntaron a un policía, que les recomendó el bar Alegre. Cuando llegaron, en ese bar estaban presentes aficionados del Atlético y se mofaron de que Aitor y Verónica fueran de la Real (mientras que Aitor no llevaba ninguna prenda de su equipo, Verónica llevaba una bufanda), formándose la primera discusión.
Posteriormente, fuera ya del bar y en el paseo de los Meláncolicos, situado a 100 metros del Calderón, un grupo de rapados que eran ultras del Atlético que iban en busca durante toda la tarde de aficionados vascos les insultaron, y uno de ellos, Ricardo Guerra, le atacó dándole una puñalada en el costado izquierdo que le alcanzó el corazón (el ventrículo izquierdo, y además seccionó una arteria conectada a la aorta). Aitor se desplomó cuando llegó a las cercanías de la puerta 6 del Calderón, y lamentablemente falleció.
Debido a este horrendo suceso, el partido quedó como algo secundario (el encuentro se fue a la prórroga ya que en los 90 minutos reglamentarios el 2-1 para el Atlético provocó un tanteo agregado de 3-3, y el equipo rojiblanco consiguió meter dos goles más para pasar a la siguiente ronda). El asesino de Aitor fue detenido horas después de lo sucedido, y fue condenado en el año 2000 a 17 años de cárcel, teniendo en cuenta el agravante de alevosía. Sin embargo, existe polémica con otra condena que le impusieron: le condenaron a pagar 20 millones de pesetas a los padres de Aitor y otros 10 millones a la novia de Aitor, es decir, un total de 180000 €, de los cuales sólo pagó 200 € al apuntarse en la panadería de la prisión en la que entró.
El condenado lleva años en estado de semilibertad ya que goza del tercer grado penitenciario que le permite gozar de permisos del centro de reinserción al que fue enviado. En 2012, cuando ya estaba en un centro de reinserción, protagonizó otro escándalo, ya que intentó colar allí un kilo y medio de hachís.
Uno de los episodios más negros y tristes del mundo del deporte español.
Fuente: corazontxuriurdin.blogspot.com, crimenesdeodio.info, bdfutbol.com, publico.es, eldiario.es
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