El origen de dicha frase viene de la boda de la cantante Lolita. Tiempo antes de su boda, había aparecido en televisión hablando de su enlace con Guillermo Furiase, y comentó (palabras no textuales, pero sí aproximadas): "Todo aquel que quiera acudir está invitado".
El día de su boda llegó, y la gente acudió en masa a la parroquia de la Encarnación (situada en Marbella) donde iba a tener lugar la ceremonia. La previa invitación en televisión y la curiosidad de la gente por ver una boda de una persona famosa a la cual estaban presentes su madre (la archiconocida Lola Flores) y otros rostros conocidos como el torero "El cordobés", que era el padrino de la boda, hicieron que el populacho abarrotara la iglesia: se dice que había aproximadamente 5000 personas allí (sería aproximadamente lo que albergaría el pabellón de San Pablo en un partido del antiguo Cajasol/Baloncesto Sevilla con buena entrada).
Ante tal bulla en el templo, la ceremonia no podía celebrarse con normalidad y Lola Flores, ni corta ni perezosa, comenzó a increpar a la gente para que se marchara de allí, siendo la frase más conocida la de "Si me queréis algo, irse (mi hija no se puede casar)".
Sin embargo, la gente no hizo caso a Lola y no se fue de allí, con lo que se tuvo que oficiar la boda en el interior del despacho del párroco al que se le encargó la ceremonia.
Desde aquel 1983, año en que se celebró la boda, la frase se ha usado montones de veces por los españoles (me incluyo) en diversas situaciones.
Fuente: es.wikipedia.org
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