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martes, 7 de febrero de 2017

El crimen de Miguel Martínez o de los Tilos


Al igual que con el caso de Álvaro Bustos, el caso de Miguel Martínez, también conocido como el crimen de los Tilos, lo vi mencionado en un antiguo número de la revista Más Allá. Junto al ya mencionado caso de Álvaro Bustos, es el único mencionado en dicha revista (incluyeron en un reportaje una lista sobre crímenes relacionados con exorcismos y demás) del cual he encontrado información, exorcismo de Almansa aparte.

Ocurrió el día 4 de abril de 1988, en una urbanización de Santiago de Compostela llamada Los Tilos. Miguel Martínez hizo lo impensable con su esposa, Genoveva Ferreiro...

Sobre las 2 de la tarde, los dos discuten, hasta que se escucha un grito aterrador de Genoveva: Miguel la cose a puñaladas.

Cuando la policía llega al domicilio de la pareja y llaman a la puerta, Miguel dice: "Un momento, todavía no terminé". Una vez que los agentes de policía acceden al interior tras abrir Miguel, encuentran una escena sangrienta: Genoveva tiene los ojos arrancados y el pecho abierto, con el corazón y los pulmones estallados.

Existió el rumor, según se puede ver en la foto que preside el artículo, de que la mató creyendo que ella era un vampiro, en una suerte de crimen ritual. Pero al parecer, en el interrogatorio, Miguel, totalmente sereno, ante la pregunta de por qué había tardado tanto en cometer el crimen ante ese pensamiento y con la cantidad de tiempo que llevaba viviendo con ella, contestó que "quería separarme de mis hijas".

Miguel fue internado en un psiquiátrico a las afueras, mientras que el piso en el que vivía la pareja permaneció vacío y sin ser vendido mucho tiempo, al igual que el coche de la víctima.

Fuente y foto: otroladodelarealidad.blogspot.com

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