La masacre de Puerto Hurraco

Uno de los peores sucesos vividos en España es el que tuvo lugar en el municipio de Puerto Hurraco, situado en Extremadura, en el año 1990.

Pocos meses antes de que quien escribe esto viniera al mundo, concretamente el 26 de agosto de 1990, tuvo lugar una brutal masacre en Puerto Hurraco. Para comprender lo que ocurrió ese día, hay que remontarse hacia varios años antes.

En 1967, Amadeo Cabanillas, vecino del pueblo, entró con un arado en unas tierras por las cuales disputaban su familia y la familia de los Izquierdo. A partir de ahí, se sucedieron incidentes entre miembros de ambas familias (como una relación fallida entre Amadeo Cabanillas y Luciana Izquierdo, los constantes problemas por las tierras en Puerto Hurraco, o el asesinato de Amadeo Cabanillas a manos de Jerónimo Izquierdo (por el cual este último estuvo 14 años encarcelado)).

Sin embargo, el incidente más notorio fue el apuñalamiento a Antonio Cabanillas por parte de Jerónimo Izquierdo (una vez que cumplió su condena en la cárcel) para vengar la muerte de la madre de Jerónimo en un incendio en su casa (los Izquierdo siempre culparon a los Cabanillas de este incidente).

El 26 de agosto de 1990 fue el día en el que todo se fue de las manos a los Izquierdo. Los hermanos Antonio y Emilio se fueron de casa armados con escopetas de postas (cartuchos de perdigones) diciéndoles a sus hermanas Luciana y Ángela que se iban "a cazar tórtolas".

Los dos hermanos no tenían intención ninguna de ir a cazar tórtolas ni nada parecido, sino ir "a vengar la muerte de su madre" en el municipio de Puerto Hurraco. En una plaza del pueblo, dispararon a quemarropa a varios miembros de la familia Cabanillas y también a otras personas que no formaban parte de la familia. Llegaron a matar a 9 personas en total, y a herir a otras 12 (a una de ellas la dejaron inmóvil de cintura para abajo por el tiroteo), incluyendo a dos guardias civiles

Varias horas después de la masacre, los dos hermanos fueron detenidos mientras dormían en un monte, sin oponer resistencia. Fueron llevados a las dependencias policiales de Castuera para evitar ajustes de cuentas, en las que no mostraron ningún síntoma de arrepentimiento, sino todo lo contrario (dijeron que hubieran matado a más gente de no haber sido detenidos, y que sufriese el pueblo lo que habían sufrido ellos).

Los dos hermanos fueron condenados a un total de 684 años de cárcel. A las dos hermanas (Luciana y Ángela, que fueron consideradas las inductoras del crimen, especialmente Luciana) no las condenaron a cárcel, pero sí fueron internadas en un hospital psiquiátrico situado en Mérida, en el que murieron las dos con apenas 10 meses de diferencia entre una y otra.

Emilio Izquierdo murió en 2006 de causas naturales en la cárcel, y en su entierro, su hermano Antonio dijo: "Hermano, te vas con la satisfacción de que tu hermana ha sido vengada". Antonio se suicidaría en 2010 ahorcándose con unas sábanas.

Esta masacre ha propiciado que haya creaciones culturales referentes a ella, como la canción de carácter sarcástico "Veraneo en Puerto Hurraco" del grupo Def Con Dos o la película "El séptimo día" de Carlos Saura.

Discreción con el vídeo:



Fuente: es.wikipedia.org