En la temporada 1991-92, el Lugo y el Sant Andreu se ganaron el derecho a jugar la promoción de ascenso a Segunda A. Quedaron encuadrados en el grupo C junto al Extremadura y al Elche, y en la sexta y última jornada se enfrentaban en tierras gallegas para conseguir la primera plaza que les daría el ascenso (sólo el primer clasificado, al igual que en los otros tres grupos, ascendería).
Pasada casi media hora de la primera parte del partido, Calderé, jugador en aquel momento del Sant Andreu (con pasado bético y que llegó a jugar el mundial de 1986, llegando a marcarle dos goles a Argelia (victoria por 3-1)), recibe un pase que le deja en buena posición ante la portería del Lugo, defendida por Domínguez. El defensa Jorge no se queda quieto y le hace un penalti bastante claro.
El árbitro, que como se habrán podido imaginar ya, era Japón Sevilla, no pitó el penalti sobre Calderé, sino que decidió no señalarlo y mostrarle la segunda amarilla (el jugador ya había visto otra antes) por simulación y expulsarlo del partido. En ese momento el partido tenía como resultado un 1-0 favorable al Lugo (el gol lo había anotado el propio Jorge en el minuto 5) y con uno menos de forma claramente injusta, al Sant Andreu se le ponía el objetivo de ascender cuesta arriba.
A pesar del esfuerzo del equipo catalán que permitió empatar por medio de Rueda en el minuto 46, un gol de Alvite en el minuto 54 puso el 2-1 definitivo en el marcador y el Lugo fue quien consiguió el deseado ascenso a Segunda.
La actuación de Japón Sevilla trajo cola: se tuvo que marchar a vestuarios escoltado por la policía, que no consiguió evitar que Puncho, defensa del Sant Andreu, le diera una patada en los testículos (no fue la única agresión física que sufrió en su carrera como árbitro, ya que cuando pitaba un partido de Preferente en La Zarza (Huelva) sufrió una paliza y otra paliza que le propinaron en 1991 en un Mijas - Antequerano supuso el cierre del campo por cuatro meses). El propio árbitro dijo que rompieron cristales de su vestuario, y Calderé estuvo forcejeando con un policía.
Juan Díaz, jugador del Sant Andreu, declaraba que un linier se reía diciendo que no iban a subir y que fue un atraco, mientras que Gonzalvo, su entrenador, comentaba que Japón Sevilla les había eliminado. En el acta se recogieron insultos como "chorizo", "ladrón", "estás comprado" o "eres un cabrón y un hijo de puta". Y a pesar de todo (en 2022 Calderé reconoció en una entrevista a Mundo Deportivo que aún le guardaba rencor a Japón Sevilla), no hubo sanciones ni castigo para los catalanes: la reelección de Villar como presidente de la Federación Española tiempo después supuso que hubiera una amnistía que dejó en nada los altercados sucedidos.
Por cierto, hace unos meses un usuario de Youtube subió el vídeo del partido completo:
Fuentes: bdfutbol.com, colussoscontrakukletas.blogspot.com, futbolistasconkarma.com (web desaparecida actualmente, acceso a través de la famosa "wayback machine"), relevo.com, portalcadista.com
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