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miércoles, 4 de septiembre de 2019

Anécdotas arbitrales (VII)

Después de mucho tiempo, varios años sin hacerlo, recupero una vieja sección del blog: anécdotas arbitrales. En esta ocasión, doble anécdota, aunque las susodichas tienen el mismo tema en común.

Estas anécdotas no me ocurrieron a mí, sino a dos compañeros, y tienen en común el haber olvidado el elemento más básico del baloncesto: el balón.

La primera tuvo lugar hace unos 9 años. Un compañero debía pitar un partido de alevín femenino, y fue, por lo que contó, uno de los episodios más extraños que conozco desde que empecé a arbitrar. Para empezar, en la liga IMD de Sevilla (la liga en la que llevo arbitrando desde mis comienzos), en las categorías comprendidas entre prebenjamín e infantil (en ellas se incluye la categoría alevín), se debe inscribir al menos a ocho jugadores porque es el mínimo para la regla que hay en la liga de que un mismo jugador no puede jugar los tres primeros cuartos.

Pues bien, un equipo trajo, si no recuerdo mal, a siete jugadoras, y el otro simplemente a cinco. En estos casos, si un equipo trae a menos de ocho, pero hay suficientes jugadores para empezar el partido (5, 6 o 7), se juega. Lo malo fue lo siguiente: el árbitro pidió balón para jugar al equipo local (como manda el reglamento), pero no tenían ninguno. Entonces lo pidió al equipo visitante, que debe llevar balones en caso de que el local no los lleve o estén en malas condiciones. El equipo visitante tampoco los tenía, por lo que el árbitro tuvo que tomar la decisión de que no jugara el partido al no haber balón con el que jugar. Tenía delito que ningún equipo viniese sin balones, más aún si jugaban en una cancha neutral (jugaban en Mar de Plata, cancha propiedad del IMD)

La segunda anécdota tuvo lugar hace un año y medio o dos (me falla la memoria en ese aspecto). Otro compañero tenía designado un partido de juvenil femenino, que tenía lugar en Hytasa. A la hora de jugar, el equipo local (un grupo de amigas, no eran ningún club ni equipo de colegio ni nada por el estilo) no tenía balón. El equipo visitante, tampoco (y esa misma temporada pité al equipo visitante una vez, posteriormente al partido que estoy comentando, y tampoco trajeron balón ya que pidieron prestados balones para poder calentar... Es decir, lo tenían como costumbre). Por lo tanto, partido que no se pudo jugar.

Lo gracioso es que al rato de decidir el árbitro que ese partido no se jugaba por falta de pelotas (no sean malpensados), la capitana del equipo local propuso al árbitro ir a un bazar chino que había cerca de Hytasa para comprar un balón...

Liga de IMD/liga de distrito, where amazing happens...

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