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jueves, 3 de julio de 2025

La marca Tulip en el ciclismo

Tulip fue una compañía de productos informáticos con sede en los Países Bajos que estuvo operativa entre los años 1979 y 2009. A principios de la década de los 90 llegó a patrocinar dos equipos ciclistas, uno belga y otro español.

 
El equipo belga es el relevo (ya que se creó en base a él) del equipo ADR, con el cual el estadounidense Greg Lemond ganó el Giro de Italia y el Tour de Francia de 1989. ADR abandonó el patrocinio tras aquel 1989 (el equipo apenas subsistió entre 1987 y 1989) y Lemond se marchó al Z. 

En 1990 el equipo tiene la denominación de IOC Tulip Hofnar y tiene un perfil realmente bajo, sin participaciones en las tres grandes vueltas y teniendo como mayor hito el que Colin Sturgess se alzó como campeón de Reino Unido en ruta (aparte de eso, hubo tres etapas ganadas en carreras menores y la victoria de Frank Hoste en De Panne). Ya en 1991, Tulip es el único patrocinador y el equipo participa en la Vuelta a España, en la cual Michel Zanoli gana una etapa. También a destacar (entre las victorias de aquel año) que Luc Ruusen se llevó la Vuelta a Suiza (ganó una etapa en la misma) y estuvo en plantilla Adrie Van der Poel, el padre del ciclista en activo Mathieu, ganando entre otras cosas una etapa de la Vuelta a Holanda. 

1992 fue el último año del equipo belga, con el nombre de Tulip Computers Koga. Participaron en el Giro de Italia y el Tour de Francia con resultados muy discretos. Adrie Van der Poel ganó el Circuito de Getxo, Luc Roosen fue noveno en el campeonato del mundo en ruta y Peter Pieters se llevó tres etapas de la Vuelta a Suecia. Tras acabar la temporada aquel año, el equipo desaparece.

En cuanto al Tulip español, la historia tiene su miga: fue fundado por Juan Hortelano, el cual ya tiene su hueco en este blog por motivos nefastos. Tuvo únicamente un año de existencia, 1990, en el cual hubo escándalos suficientes como para que se le dedicara un artículo exclusivo.

Su plantilla se nutría de ciclistas españoles con ya cierta experiencia en el pelotón, acompañados de ciclistas extranjeros como el belga Eddy Schepers, el italiano Daniele Caroli, el francés Stephane Guay y el guatemalteco José Rolando Ovando (que también mencioné anteriormente en este blog por haber pasado por el Wigarma). Llegaron a participar e la Vuelta a España de aquel 1990, con Joaquín Llach como mejor clasificado en la general en el 65º, y algún que otro logro en carreras menores como la etapa en la Vuelta a los Valles Mineros ganada por Vicente Prado o el maillot de los sprints especiales de la Vuelta a Andalucía que ganó Stephane Guay. 

El escándalo, cómo no, tenía a Juan Hortelano en el ajo del mismo. Para empezar (que diría Gaby en su canción "Meneaíto"), Hortelano presumía de que había sido capaz, gracias a su habilidad, de encontrar a Tulip como patrocinador del equipo cuando resultaba que tenía un tío que ostentaba un alto cargo en la administración y contabilidad de la empresa. 

Hortelano llegó a mentir con el presupuesto del equipo, diciéndole a los directivos de Tulip que el equipo, que valdría 80 millones (de pesetas) podía costar realmente 30 millones ya que cosas como las bicicletas, los coches, la ropa, etc., podrían conseguirse mediante intercambio publicitario. El hecho de que se fueran acumulando facturas que hacían que el monto total fuera ascendiendo hizo aparente la mentira de Hortelano. 

Su tío acabó viendo los chanchullos que se llevaba entre manos, y recomendó a la empresa que lo cesaran de su puesto, siendo la puntilla que acabó con Hortelano de patitas en la calle el hecho de que hubieran unas negociaciones con otra empresa (a saber con qué intenciones). Fue sustituido en plena Vuelta a España en su puesto por Sabino Angoitia.

A finales del año, el periódico especializado Meta 2Mil destapó más detalles del escándalo: había irregularidades de todo tipo en los contratos e los corredores y en especial de los auxiliares, ya que había falsificado documentos y contratos, cambiado condiciones y sueldos, falsificado la firma del director general de Tulip... A Joaquín Llach, por ejemplo, le estafó dinero de su contrato y se apropió de dinero que le correspondía por sus viajes. Stephane Guay sufrió una estafa de medio millón de pesetas de su contrato, y además le hizo contraer una deuda de 250000 pesetas con un vecino suyo que fue quien hizo las bacas de los coches del equipo, además de que Hortelano le quitó ropa y una bicicleta de carbono propias (además, Guay acusó a dos compañeros (Domínguez y Úbeda) de ser compinches de Hortelano).

Había una diferencia de 1700000 de pesetas entre el contrato real de Daniele Caroli y el falsificado por Hortelano, y Eddy Scheppers se fue a mitad de temporada viendo lo que había (fue espabilado y negoció directamente con la directiva empresarial de Tulip y corrió sin contrato federativo). Tulip llegó a hacerse cargo del contrato de varios auxiliares, que confiando que cobrarían de forma normal, llegaron a endeudarse... Viendo el panorama, es comprensible que Tulip, tras hacerse cargo de la roncha que Hortelano dejó, abandonara el patrocinio del equipo, que irremediablemente desapareció cuando el año 1990 llegó a su final. 

Fuente: es.wikipedia.org, ciclismo-vintage.blogspot.com (texto y foto del equipo español), foro "Parlamento ciclista"

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