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martes, 20 de marzo de 2018
Robert Johnson y el cruce de caminos
Una de las historias más misteriosas de la música es la que implica al cantante de blues Robert Johnson, su alma y un cruce de caminos. Lean para conocer con más detalle la historia...
Robert Johnson, nacido el 8 de mayo de 1911, fue un hombre de raza negra que debe su fama a (aparte de su conocida leyenda en el cruce de caminos) su faceta como músico de blues.
Su juventud no fue fácil, ya que en aquella época las personas de raza negra sufrían una dura opresión y el racismo por parte de la sociedad blanca. Comenzó a interesarse por la música al empezar a tocar el arpa, que luego cambió por la armónica y posteriormente pasó a la guitarra, mientras trabajaba en una plantación.
Sin embargo, la muerte de su esposa al parir (con 16 años) cuando él tenía 18 años hizo que se centrara totalmente en la música, tocando la guitarra.
Lo malo era que Robert no era un virtuoso con la guitarra. Son House, que en aquel entonces lo acogió bajo su ala, decía que cuando él hacía una pausa en sus actuaciones, Robert tocaba y los espectadores le pedían que por favor parara a Robert y le quitara la guitarra. Llegaba a recomendarle tocar la armónica.
Aún así, Robert no cejaba en su empeño con la guitarra, y ahí empieza la leyenda. Se dice que en 1931, tras comenzar un peregrinaje para conocer a su verdadero padre, decidió vender su alma al diablo en un cruce de caminos a cambio de ser un virtuoso de la guitarra.
Los cruces de caminos, según historias folklóricas de diversas culturas, son lugares dominados por el Diablo, brujas, espíritus, enterramientos de gente indigna de ser enterrada en lugar sagrado y desapariciones. Se cree que en el cruce de caminos entre las autopistas 49 y 61 en Clarksdale (Mississippi), armado con un hueso de gato hervido (que servía para invocar al Diablo), que era seleccionado después de ser arrojado con otros huesos a un río y se alejase de los demás, Robert invocó al Diablo con su guitarra en mano. Entonces, a medianoche, el Diablo apareció como un hombre vestido de negro, cogió su guitarra y la afinó para que fuera Robert un auténtico virtuoso, siempre que entregara a cambio su alma.
La explicación más racional, por así decirlo, a que Robert se convirtiera en un guitarrista de gran cualidad es que aprendió a tocar la guitarra de Ike Zinnerman durante una parada en Hazlehurst en su peregrinaje. Zinnerman era un bluesman que aseguraba haber aprendido a tocar en los cementerios. Johnson estuvo dos años aprendiendo todo lo que podía de él.
Robert Johnson sabía de los rumores que había acerca de su habilidad con la guitarra, pero nunca hizo por desmentirlos. De hecho, actos como tocar de espaldas al público (ya que decía que no quería que nadie aprendiese sus trucos) los alimentaban.
El pacto, según la creencia, con el Diablo, vino a hacer de las suyas con el tiempo, cobrándose la vida de Robert, ocurriendo lo siguiente:
El 13 de agosto de 1938, Robert iba a tocar en el "Three Forks". En una pausa durante actuaciones, Robert se sentó a beber con el también músico "Sonny Boy" Williamson. A Robert le pasaron una botella abierta de whisky, y la cogió. Ante el aviso de Sonny Boy de que no cogiera botellas abiertas porque no podía saber qué tenían en su interior, contestó: "Nunca me quites mi botella de whisky". Tras tomarse esa y una segunda botella de whisky, comenzó a sentirse mal.
Robert no fue atendido por ningún médico blanco, debido a que estaban en el sur de Estados Unidos, zona donde se acrecentaba el racismo, ni por ningún médico negro, por los rumores diabólicos que había sobre él. Llegó a contraer neumonía, y murió por esta enfermedad a los 27 años.
El motivo por el cual se empezó a sentir mal fue que al parecer, la botella de whisky fue envenenada por el dueño del "Three folks", ya que Robert había comenzado a relacionarse con su mujer (Robert tenía fama de mujeriego, y además al estilo del Zurdo de Malviviendo).
Al ser considerado Robert Johnson un hombre negro y pobre, se le dio el mismo entierro (en un ataúd donado por el condado) que a un vagabundo (ya que sus restos mortales no fueron reclamados por nadie): un hoyo en el campo, sin lápida ni ningún tipo de inscripción. Se dice que hasta tres lugares diferentes albergan la tumba de Robert: un cementerio de Morgan City (con una lápida donada por Sony Music), un cementerio de Greenwood (con una lápida donda por ZZ Top) y una iglesia baptista en Greenwood.
A Robert sólo le dio tiempo a grabar 29 canciones y aparte, tomas alternativas de casi la mitad de ellas, que sirvieron para influenciar a muchos músicos desde su fallecimiento, tales como Eric Clapton, Rolling Stones o Lynyrd Skynyrd.
Fuente: libro "La música del diablo"
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Sigue habiendo racismo con los afroamericanos, sobre todo en Estados Unidos, pero lo disimulan bien. Tienen sus trucos para destrozar a ciudadanos negros y poner a la gente en contra de ellos sin que se note.
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